18/9/10

El escritor fantasma o El poder en la sombra

Mi hermano suele ver televisión, esa cosa que propone programación para que el televidente se entretenga que era tan popular en los años anteriores a la internet, y en uno de sus cambios de canales (a puro zapping nomás) dio con el programa del Julio César Rodríguez, Sinleynight (o algo así).

En ese entonces, mientras estaba en mi habitación realizando labores cotidianas, mis receptores auditivos captaron la señal en el momento en que el Julio César estaba hablando con René Naranjo - un periodista que le hace al cine - sobre los dos estrenos más relevantes de la temporada: Inception y The Ghostreader (mis oídos usualmente abren su flujo de información previa superación de filtrado de porquería auditiva, en otras palabras, escucho cuando hablan cosas que me gustan). Naranjo de Inception comentó que era buena, entretenida, que su estructura se montaba sobre sí misma (que fome es repetir lo de capas sobre capas); en cambio, a de GhostReader llenó de elogios, de lo bien realizada, del adecuado manejo del argumento, las buenas actuaciones, del excelente manejo a lo Hitchcook, y de esa sensación oculta que también compartía con Inception, las ideas de fondo que se ocultan. Y por supuesto, no podía dejar de lado la gran analogía que vivía el director con respecto al personaje de su historia, porque si no lo saben, Polansky está exiliado por acusaciones de violación.

En ese momento, me interesó saber que tenía de especial la película de Polansky. Afortunadamente, gané un premio por la red y recibí el libro en que está basado la película: "El poder en las sombras" de Robert Harris.

Así que mi primer acercamiento a la historia de Polansky fue la lectura del libro. Curiosamente, se da el caso que en suspenso no supera a la película, porque la estructura narrativa que limita a la historia en papel, se llena de libertad en el rodaje, sumado a otros efectos como la tensión musical que acompaña, o el ritmo de las escenas, el manejo de las tomas que describen lo que sucede. Uno se vuelve tan espectador como el mismo protagonista, alterado por los mismos efectos. Es la magia del cine, por así decirlo, que recrea un ambiente y elimina la descripción innecesaria.

Lo que se trata del libro, es más detallado y con uno que otro cambio dentro de la historia. Tiene como ideal principal las sombras que manejan el poder, y de ahí algunas secundarias como la labor que tiene el ghost reader (o negro como lo traduce el libro), de cúal es la relación que generan con el cliente, de su labor, y de cómo este escritor de la historia viola casi todos sus principios. Pero principalmente, la mejor idea es como se arma una hipótesis sobre ciertos sucesos, fundamentados en el funcionamiento del poder político: que el carisma del candidato influye en la hora captar adherencia, pero que las decisiones no suelen venir de la misma fuente (no les suena familiar). Dentro de esa lógica se entrega un producto entretenido, bastante descriptivo.

En realidad, no me atraen tanto los thrillers de ese toque. Disfrute a ratos, sobre todo hacia el final, donde la espectación ya era mayor (quizás es porque soy de prendido lento :S)

No hay comentarios: