1/9/10

El trabajo secreto del Dr. House



La aclamada serie de televisión, Dr. House, protagonizada por el británico Hugh Laurie (apellido que en español tiene toda la pinta de mina), trata de un médico brillante que sufre de misántropía, aversión al trato con los pacientes, egolatría, drogadicción y otros vicios que compensa con su gran intelecto, un carisma desagradable que atrae, y una brutal honestidad que pretende colocar en entredicho que "TODO EL MUNDO MIENTE".

El éxito de este programa se debe a su dinámica, en donde este personaje, el Dr. Casa, se hace cargo de resolver diagnósticos médicos irresolubles, algo así como descubrir que la taza de café tenía un poco de moho y la alergia del paciente - que no sabía que tenía - provocó que al contacto con la taza un paro cardiaco lo botara al suelo y lo deje en coma. Como nadie sabe que pasa, llega al hospital Princenton-Plainsboro en Nueva Jersey, y en menos de una hora de programa (usualmente una o más semanas en la línea temporal), el cojo Dr. crea decenas de posibles diagnósticos y, cuando llega el final del episodio, algún suceso irrelevante lo encausa con la solución final. En el desarrollo, abusa verbalmente del paciente, de su jefa, de su mejor amigo, y de su grupo de trabajo.

Cada capítulo pretende encausar una idea sobre el comportamiento humano. Así el detective con estetoscopiopone a prueba su capacidad para manipular y/o arrancar la verdad de quien se cruce en su camino.

Sin embargo, dentro de la gran variedad de roles que Dr. Casa ha representado, desde el papá de Stuart Little al delicado miembro de un viaje por el Sahara, hay uno que jamás me lo hubiera esperado. Cuando chico, el dr. House fue un ewok ... si no me cree, vea la foto a continuación.



Y no era cualquier ewok, era el médico brujo.

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